Читать онлайн книгу "Una Oportunidad Para Amar"

Una Oportunidad Para Amar
Brower Dawn


?Quе pasa cuando un duque que se enamora de un patito feo? Lady Lenora St. Martin es t?mida y un patito feo. Ella no tiene idea de cоmo interactuar en sociedad, as? que cuando Julian Everleigh, el duque de Ashley le pide un baile,  ella se enamora perdidamente de еl. Despuеs de ese encuentro, el duque parece ignorarla. Lenora tiene que descubrir una manera de salir de su caparazоn y promete no volver a enamorarse jamаs. Mientras Lenora florece y deja atrаs su timidez, Julian se da cuenta de sus sentimientos por ella y decide conquistar su amor, pero es posible que ya haya perdido la oportunidad de alcanzarlo.








Una Oportunidad para Amar




?ndice


Prоlogo (#u124a10e1-3bdf-55d5-96db-976ed7542ef4)

CAP?TULO UNO (#u94c9bfb5-f479-5a50-8c14-dd3b2e2697cd)

CAP?TULO DOS (#u6cdd2afd-fa46-5455-a371-8bad32c566ea)

CAP?TULO TRES (#u81c99d27-89ad-5b3e-b16f-a2d0b4c6af6a)

CAP?TULO CUATRO (#litres_trial_promo)

CAP?TULO CINCO (#litres_trial_promo)

CAP?TULO SEIS (#litres_trial_promo)

CAP?TULO SIETE (#litres_trial_promo)

CAP?TULO OCHO (#litres_trial_promo)

Ep?logo (#litres_trial_promo)

ACERCA DE LA AUTORA (#litres_trial_promo)

TAMBIЕN DE DAWN BROWER (#litres_trial_promo)

EXTRACTO: Eternamente mi duque (#litres_trial_promo)

Prоlogo (#litres_trial_promo)

CAP?TULO UNO (#litres_trial_promo)

EXTRACTO: Todas las damas aman a Coventry (#litres_trial_promo)

Prоlogo (#litres_trial_promo)

CAP?TULO UNO (#litres_trial_promo)


Una Oportunidad para Amar Copyright © 2020 por Dawn Brower

Todos los derechos reservados.

Arte de portada por Mandy Koehler

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida de ninguna forma o por ning?n medio electrоnico o mecаnico, incluyendo sistemas de almacenamiento y recuperaciоn de informaciоn, sin permiso escrito del autor, excepto para el uso de breves citas en una rese?a del libro.

publicado por Tektime




Prоlogo


Abril de 1816

La primavera siempre hab?a sido su estaciоn favorita. Lady Lenora St. Martin no ten?a mucho mаs que esperar y la idea de un nuevo comienzo le atra?a. Cada primavera la vida florec?a y el аrido paisaje se llenaba de belleza y maravillas. Esto tambiеn ocurr?a en los salones de baile de Londres. Aparec?an nuevas debutantes en sociedad, la ?ltima cosecha de verdaderas bellezas inglesas se pon?a en exhibiciоn para aquellos caballeros que buscaban una esposa.

Lenora nunca hab?a sido considerada una belleza...

Ella lo sab?a y por eso desde hace mucho tiempo se hab?a resignado a su suerte en la vida. Ten?a el pelo casta?o oscuro y los ojos color avellana, ambos tonos eran aburridos. Sus escasos atributos unidos a su timidez, la hac?an mantener su inseguridad y su rol de patito feo. Nadie se fijaba en ella y aceptaba esta realidad con bastante serenidad. Un salоn de baile atestado de gente activaba sus peores ansiedades. Su primo Bennett, el Marquеs de Holton, insist?a en que asistiera a las reuniones sociales. Lenora entend?a sus razones aunque no estaba particularmente de acuerdo con ellas. Bennett esperaba que ella encontrara un pretendiente, que se enamorara, se casara y formara su propia familia. Todas esas cosas sonaban maravillosas. Pero ella sab?a que no era probable que le ocurrieran estas cosas. Al menos no a ella...

Este baile era especial, muchas debutantes y sus madres anhelaban asistir pues representaba una gran oportunidad. Las jоvenes se?oritas coqueteaban con sus pretendientes y sus madres cotilleaban con otras se?oras. Los patitos feos hicieron lo que mejor sab?an hacer: quedarse de pie esperando ser notadas. Lenora; por otro lado, no hizo nada de eso. No se limitо a quedarse esperando que alg?n caballero desorientado la descubriera y la llevara a la pista de baile. Eso habr?a sido demasiado predecible y probablemente era lo que su primo esperaba que hiciera. No, Lenora no hizo nada seg?n los estаndares normales. Odiaba que la notaran y le hubiera encantado quedarse en casa leyendo una de sus novelas favoritas. As? que intentо lidiar con esta desagradable situaciоn y se escondiо en el rincоn mаs oscuro que pudo encontrar.

La primavera podr?a significar nuevos comienzos, pero tambiеn significaba nuevas reuniones sociales. Presentarse en sociedad la hac?a sentir muy incоmoda. Se hubiera sentido muy feliz quedаndose en casa para pasear por el jard?n o simplemente para disfrutar de la luz del sol que entraba por la ventana de su dormitorio. En cambio, se vio obligada a presentarse en un salоn de baile y a esconderse en un rincоn.

"?Quе hace una mujer tan encantadora como t? en este oscuro rincоn?" Su voz era cаlida como la miel en un ardiente d?a de verano. Su tentadora dulzura la envolv?a y le hac?a desear el sabor... de algo. Tambiеn era el mayor libertino de todo Londres. Julian Everleigh, el Duque de Ashley era un afamado seductor. "Ven a bailar conmigo ratoncita".

Lenora arrugо su nariz ante la actitud cari?osa de еl. Le fascinaba Juliаn, pero sab?a que no deb?a aceptar nada que le ofreciera. Visitaba a su primo con suficiente frecuencia y por ello no se sent?a afectada por sus coqueteos. Sin embargo, secretamente los disfrutaba y quer?a saborearlos cada vez que еl se dignaba a hablar con ella. "No, gracias", dijo ella en voz baja. "Estoy bien, lo prometo".

A modo de respuesta еl se rio con ligereza y luego hizo un moh?n con los labios hacia arriba, exhibiendo la sonrisa mаs pecaminosa que ella hab?a visto jamаs. Aunque no hab?a visto muchas... La mayor?a de los caballeros no se fijaban en ella y tampoco sonre?an al verla. "No deber?as prometer algo si no es cierto, peque?a", dijo. "Nunca hago promesas, pues me conozco demasiado bien. Las romperе a la primera oportunidad que se me presente". Juliаn le gui?о un ojo y la hizo sentir mariposas en el estоmago como nunca antes en su vida. "En lugar de prestarle atenciоn a tu promesa, me asegurarе de que recuerdes para siempre este baile. Soy bastante bueno bailando". Extendiо su mano. "Ahora, por favor, hazme el honor de pasar un rato conmigo. Necesito desesperadamente protecciоn de avances no deseados". Al hablarle se inclinо lo suficiente para que ella pudiera sentir su cаlido aliento. "?Estаs dispuesta a ser mi salvadora?".

En ese momento le habr?a prometido cualquier cosa, pero se contuvo. Еl mismo hab?a dicho que las promesas no significaban nada para еl y admitiо abiertamente que las romp?a a menudo. La promesa que ella estaba a punto de hacer no tendr?a ning?n valor para el duque. As? que sоlo se limitо a sonre?rle, aunque se mostraba algo indecisa. La sola idea de bailar frente a todo el mundo la aterraba. "Puedo intentarlo..."

"Con eso me basta", le respondiо еl.

?Por quе ten?a que ser tan guapo? Era demasiado bello y demasiado atractivo como para fijarse en ella. Su cabello rubio dorado rivalizaba con el brillo del sol y sus ojos azules eran mаs deslumbrantes que el mаs exquisito zafiro. Ella podr?a perder fаcilmente la cabeza debido a su encantadora apariencia si no se controlaba. "Supongo... supongo", dijo ella tartamudeando. Lenora aclarо su garganta y comenzо de nuevo. "Supongo que s?".

"?Y entonces?" dijo el duque enarcando una ceja. "?Bailarаs conmigo la siguiente pieza?"

Asintiо mientras los principios de un vals llenaban la habitaciоn. Lenora casi gru?о cuando se dio cuenta de que hab?a aceptado bailar con еl. El vals era un baile muy ?ntimo y nunca hab?a bailado uno con un hombre que no fuera su primo. ?Rayos!, en realidad nunca hab?a bailado con un hombre que no fuera su primo... Eso no le restaba importancia a su dilema. Un vals con el duque causar?a un gran revuelo y ella estar?a tan cerca de еl... Cuando la tomо de la mano, ella temblо. "Gu?e el camino, Su Alteza".

La llevо a la pista y luego la hizo girar en el baile antes de que tuviera tiempo de cambiar de opiniоn, aunque casi lo hizo. Cuanto mаs se acercaba al centro de la pista y a las miradas entrometidas de la multitud, mаs nerviosa se pon?a. Еl actuо con sabidur?a al decidir por ella.

Juliаn era un bailar?n incre?ble, pero eso no deber?a haberla sorprendido. Todo en еl parec?a perfecto. "Ahora", comenzо. "Esto no estа tan mal, ?verdad, peque?a?"

Al menos no la hab?a llamado ratоn otra vez... "No", ella estuvo de acuerdo. En realidad era muy estimulante. Lenora se sent?a como si estuviera flotando en el aire.

"Siempre he considerado que el baile es demasiado decadente para hacerlo bien en un lugar p?blico", comenzо. "Al menos el tipo de baile que yo prefiero".

Ella juntо las cejas. "Creo que no comprendo lo que dices..."

"No esperaba que lo hicieras", respondiо en secreto. "Quizаs alg?n d?a podrаs entenderlo. Tal vez me lo digas cuando lo hagas". La comisura de su labio se girо hacia arriba casi... con arrogancia. Como si conociera todos los secretos del mundo...

"Sospecho, Su Gracia, que nuestros caminos no se cruzarаn mucho en los prоximos a?os". El duque es uno de los amigos de su primo, pero ella esperaba en el futuro poder vivir por su cuenta. Una vez que alcanzarа la mayor?a de edad en unos pocos meses, ella planeaba viajar. Tal vez a Italia... No lo hab?a decidido a?n. "No frecuentamos el mismo c?rculo y con el tiempo las peque?as conexiones que tenemos desaparecerаn".

"Tal vez", estuvo de acuerdo. "El tiempo lo dirа, supongo." La hizo girar por el suelo con maestr?a y elegancia.

Lenora nunca olvidar?a este momento. Probablemente nunca volver?a a bailar, al menos no de esta manera. Se sent?a contenta de haber aceptado la invitaciоn del duque. Tras este baile, ir?a directamente a su rincоn favorito para esconderse. En sus momentos mаs oscuros recordar?a este vals, y a Juliаn con cari?o. Pensо que quizаs ella tuviese una oportunidad de algo mаs con еl... Pero luego sacudiо rаpidamente ese pensamiento. Amarlo era una idea terrible y quizаs lo ?nico que lamentaba. Fue amable con ella, pero no deb?a esperar nada mаs de еl.

Los acordes del vals cesaron y se sintiо decepcionada. Tratо de rechazar su peticiоn al principio y ahora no deseaba que el baile terminara. El duque la hizo girar por ?ltima vez alrededor de la pista y luego la condujo a donde hab?a empezado el baile. Se inclinо y besо su mano enguantada. "Gracias por su benevolencia, mi se?ora". Sus ojos azules brillaron con picard?a. "Y por ser mi protectora cuando lo necesito".

Ella deber?a agradecerle. Еl hab?a despertado en ella sentimientos que ella cre?a enterrados desde hace mucho tiempo. Su corazоn estallaba de felicidad y pasiоn por este hombre. "No necesitabas mi protecciоn y tampoco necesitabas bailar conmigo", dijo ella frunciendo el ce?o. Lenora a?n no lograba dilucidar los motivos que tuvo el duque para invitarla a bailar con tanta insistencia. "De cualquier manera el baile fue encantador. Estoy agradecida de haber aceptado bailar con usted".

Se rio ligeramente y sacudiо la cabeza. "Ratoncita, siempre tan formal". Julian se inclinо de nuevo. "El placer ha sido m?o". Mirо por encima del hombro de ella y luego volviо a mirarla. "Perdоname", dijo. "Debo atender algo importante". Su sonrisa era brillante y parec?a genuina. "Disfrute del resto de la noche, mi se?ora." Con esas palabras girо sobre sus talones y se dirigiо en la direcciоn opuesta.

Lenora sonriо mientras lo ve?a alejarse. Empezaba a creer que lo hab?a juzgado mal. Hab?a sido encantador, como era de esperar, pero tambiеn amable y generoso con su tiempo. Al duque no se le hab?a pedido que bailara con ella. Ning?n caballero lo hizo. Eso hizo que su atenciоn fuera a?n mаs valiosa para ella.

Se alejо de su rincоn favorito por primera vez en toda la noche. Antes no contaba porque Julian tuvo que convencerla de que saliera de all?. Tal vez deber?a dejar el salоn de baile y explorar los jardines. Estaba empezando a sofocarse en el salоn de baile. Su corazоn estaba a punto de estallar de pura felicidad. Se abrazо a s? misma y se dio la vuelta mientras bajaba por el pasillo vac?o que llevaba al balcоn. Hab?a una peque?a escalera en el balcоn que conduc?a a los jardines.

En ese momento escuchо el eco de dos voces. Dos voces masculinas y ambas eran reconocibles.

"?Bailо ella?" Su primo preguntо. ?Por quе estaba Bennett tan preocupado por si bailaba o no? ?Por quе no pod?a dejarla tomar sus propias decisiones?

"Por supuesto que lo hizo", respondiо Julian. "?Dudas de mi capacidad para fascinar a una mujer?" Sonaba tan... indignado. ?Fue porque tuvo que bailar con Lenora o porque Bennett hab?a dudado de su capacidad? "Puedo convencer a cualquier mujer de hacer, bueno, cualquier cosa", se jactо. "?Pero un patito feo? Eso no es ni siquiera un desaf?o".

Ella se hab?a sentido exultante hasta ese momento. Ahora toda la alegr?a que hab?a experimentado se esfumо en un instante. El duque parec?a tan amable... ?Cоmo se hab?a equivocado tanto?

"Tu interеs por ella deber?a haber despertado el interеs de todos los caballeros elegibles del salоn", dijo Bennett. "Querrаn saber por quе el Duque de Ashley se dignо a bailar con un patito feo. Pronto estarа muy solicitada".

No quer?a que nadie la solicitara... Una parte de ella odiaba a su primo por haberse inmiscuido en su vida de esta manera. ?Por quе le pidiо a su amigo que le prestara atenciоn? ?Tanto quer?a deshacerse de ella? Ella pensaba que su primo en realidad la apreciaba…

"Te he hecho este favor", dijo el duque. "No me lo pidas nunca mаs". Su tono era duro e inflexible. Ella sintiо que su frаgil corazоn se romp?a en mil pedazos. Hab?a estado a punto de enamorarse de еl. El Duque de Ashley no merec?a su afecto. Lenora dudaba que еl fuera digno del amor de cualquier mujer.

Las lаgrimas le ard?an en los ojos y resbalaban por su mejilla. Las borrо con un solo movimiento de sus manos. Su llanto era tan in?til como su habilidad para leer a la gente. Lenora endureciо su corazоn en ese momento. Nunca mаs actuar?a como una tonta. Era hora de que aprendiera a abrirse camino en la sociedad sin permitir que nadie jugara con su corazоn de nuevo.

Nunca mаs se dejar?a enga?ar, pero ten?a mucho que aprender. Hab?a una persona que pod?a ense?arla y ella har?a lo que fuera necesario para convencerla. Esa persona era la nueva Lulia Prescott, la duquesa gitana de Clare...

Con su decisiоn tomada, saliо corriendo del salоn de baile y caminо hasta la casa de Holton. Necesitaba una buena noche de descanso antes de comenzar su viaje. Su primera parada ser?a en Tenby, Gales, para visitar a la duquesa. Despuеs de eso, viajar?a seg?n lo planeado. Cuando retornara a Londres, ser?a una mujer completamente diferente.




CAP?TULO UNO


Abril de 1818

Lady Lenora St. Martin miraba al otro lado del salоn de baile. Hac?a dos a?os que no asist?a al baile anual de esta matrona en particular. En el baile de Loxton fue cuando finalmente despertо a las posibilidades que la vida le ofrec?a y cuando se dio cuenta de que Julian Everleigh, el Duque de Ashley, no solo era un libertino, sino que no val?a la pena. Al menos para ella...

Los dos a?os de trabajo con el tutor que Lulia le ayudо a encontrar la hab?an cambiado much?simo. Ya no era la t?mida ratoncita que observaba desde un rincоn. Ahora era vibrante, fuerte y estaba decidida a ser la estrella de la temporada. Todav?a no ten?a ning?n deseo genuino de casarse. Lenora se sent?a contenta de haberse convertido en una solterona rica que construyо su propio camino y encontrо la felicidad en algo mаs que un hombre o una familia.

Este baile era su nuevo comienzo. La primavera llegо dejando atrаs su antigua existencia gris... Su pelo casta?o opaco estaba ahora salpicado de oro gracias al tiempo que pasо bajo el sol de Italia. Sus ojos color avellana brillaban con inusitadas chispas doradas que no hab?a apreciado antes. En lugar de llevar un aburrido vestido blanco, luc?a un vestido a la ?ltima moda, con detalles en blanco, pero forrado con satеn azul y encaje. Su atuendo resaltaba su escote y ce??a sus curvas. En resumen, era pura sensualidad.

"?Estаs segura de que estаs preparada para dar este paso?", preguntо su acompa?ante. Luca Dragomir era miembro de la familia real de la peque?a isla de Dacia, y la tutora Lulia se hab?a preparado para ayudarla. El tiempo que pasо en disfrutando del ardiente clima de Dacia y de la costa italiana la hab?a ayudado a curar su corazоn y a encontrar la fuerza que necesitaba para cambiar. Luca era guapo y confiado, y ni una sola vez desde que se conocieron se mostrо condescendiente con ella. La hab?a tratado como si su opiniоn importara...

Ella le dio una palmadita en el brazo y respondiо a su pregunta anterior, "Este es el mejor momento para volver a la sociedad londinense". Lenora le echо un vistazo. Su cabello oscuro y sus ojos verde mar sumados a su piel bronceada le hac?an destacar entre los dandies que desfilaban por el salоn de baile. Las damas londinenses lo mimaban y adulaban. Era diferente y casi, un pr?ncipe. Era el quinto en la l?nea de sucesiоn del t?tulo, pero eso no les importaba a las damas que aspiraban casarse con еl, ni a sus madres.

"Si estаs segura...", dijo mientras un?a su brazo con el de ella. "Entonces veamos a dоnde nos lleva esto." Luca la condujo por la escalera que descend?a al salоn de baile. Los presentes se volvieron para mirarlos mientras caminaban lentamente hacia todos ellos.

"Creo que estamos haciendo una entrada", se inclinо y susurrо. "?Pero es una buena?”, dijo еl enarcando una ceja.

Mientras continuaban su camino hacia el pie de las escaleras un sirviente los anunciо. "Lady Lenora St. Martin y el Pr?ncipe Luca Dragomir, Su Alteza Real de Dacia."

Tras escuchar el nombre de Luca, todo el salоn de baile estallо. Lenora hizo un moh?n con los labios. "Creo que estamos a punto de ser abordados", dijo en voz baja. "?Estаs preparado para ser cortejado?" dijo Lenora enarcando una ceja tambiеn.

"Cualquier cosa por una buena causa", respondiо cr?pticamente." ?Tienes tu tarjeta de baile?",

Golpeо con la mano la tarjeta atada a su mu?eca. "Estа lista para ser llenada. ?Deseas reclamar tu lugar primero?

Levantо la tarjeta y anotо su nombre para el primer baile de la noche. Luego se inclinо. "Hasta mаs tarde, mi se?ora". Luca la dejо sola en el borde de la pista de baile. Cuando los m?sicos empezaron a tocar para el primer baile, еl se uniо a ella nuevamente.

"Esa fue una gran entrada", dijo un hombre que estaba detrаs de ella. Ella reconociо esa voz. Era una que nunca olvidar?a y todav?a sent?a como si una espada traspasara su corazоn al escucharla.

Se volviо hacia еl. "?Quе estа insinuando?"

"No estoy..." Sacudiо la cabeza como si no supiera cоmo proceder. Era una conducta totalmente nueva en еl. El Duque de Ashley no ten?a palabras. Aclarо su garganta y comenzо de nuevo, "No quise insinuar nada. Creo que no me estoy explicando bien, ?verdad?" Se inclinо. "Perm?tame presentarme. Soy el Duque de Ashley".

No la reconociо... Quе interesante. Esto era algo que ella pod?a usar en su contra si as? lo decid?a. Ella se hab?a ausentado por un tiempo, pero nunca creyо que еl olvidar?a su existencia por completo. Era amigo de su primo despuеs de todo. "No cre? que era aceptable presentarse uno mismo a alguien", dijo cаusticamente. "?No se supone que un conocido mutuo deber?a hacer la presentaciоn correspondiente?".

"Bueno", comenzо. "No estoy seguro de que tal persona exista. No recuerdo haberte visto en ninguno de los bailes mаs recientes". Hizo un gesto hacia Luca que estaba rodeado de varias damas. "Tampoco hab?a visto antes al interesante caballero que la acompa?a”.

De acuerdo, esto se estaba volviendo absurdo. Puede que no la reconociera, pero seguramente hab?a o?do anunciar su nombre. ?Por quе no la recordaba? ?Ya no hablaba con Bennett? Ella lo mirо fijamente tratando de discernir sus motivos. "Realmente no sabe quiеn soy, ?verdad?" Continuо escudri?ando su mirada franca y ni una sola vez vacilо.

"?Deber?a?" dijo el duque levantando una ceja.

Incre?ble... Dejо salir un suspiro exasperado. Si ella hubiera estado aferrаndose a alguna expectativa delirante de que еl la amaba en secreto... bueno, menos mal que no hab?a albergado ninguna esperanza, porque ahora estar?a muy decepcionada. Еl, por supuesto, estaba tan guapo como siempre. El dios ducal que se presentо ante el mundo con sus cabellos dorados y sus voluptuosos ojos azules. "No supuse que usted me recordar?a", dijo ella.

"Por favor, perm?tame rectificar el desaire que le he hecho". Su voz ten?a un tono de s?plica, pero a ella no le importaba. No era la misma ratoncita que hab?a rescatado de un rincоn dos a?os atrаs.

"No es necesario", le respondiо ella y comenzо a alejarse. Еl la agarrо del brazo. "Suеlteme", siseо en voz baja. "Nuestra conversaciоn ha terminado".

"Siento que deber?a conocerte", explicо. "Tu reacciоn y tus palabras lo dicen todo. ?Cоmo podr?a olvidar a alguien como t??"

"Porque usted es un ego?sta", respondiо ella mordazmente. "No se preocupe, Su Gracia, estoy segura de que hay otras damas aqu? dispuestas a soportar su encanto". Ella liberо su brazo y se alejо de еl con una sonrisa triunfante. Esto hab?a salido mucho mejor de lo que hab?a previsto.






Su belleza lo distrajo mientras ella bajaba las escaleras hacia el salоn de baile y por eso no escuchо cuando su nombre fue anunciado. Cuanto mаs hablaba con ella, cre?a que deb?a conocerla, pero no lograba precisar su identidad. Si ella hubiera estado presente en las ?ltimas reuniones sociales a las que hab?a asistido, seguramente la habr?a reconocido. ?Cоmo podr?a no haberlo hecho? Era una diosa y no tan pаlida como una se?orita inglesa normal. Su piel ten?a un hermoso y ligero bronceado. Parec?a que hab?a pasado una temporada al aire libre. Lo que indicaba que ella no se encontraba en Inglaterra desde hace mucho. ?De dоnde hab?a venido? Tal vez el pr?ncipe con el que hab?a llegado podr?a responder a algunas de sus preguntas.

Se acercо a la multitud de damas que se preparaban para adularlo. Julian tuvo que admitir que no estaba acostumbrado a que otro caballero le robara el protagonismo. Normalmente se dirig?an a еl y еl disfrutaba mucho las atenciones femeninas. Le gustaba coquetear y bailar, pero al final las desairaba a todas. El matrimonio no le interesaba en absoluto. Quizаs alg?n d?a, pero esperaba que ese d?a no llegara pronto. Hab?a sido testigo de primera mano de cоmo un matrimonio pod?a arruinar la vida de un hombre. Su padre se hab?a enamorado est?pidamente y hab?a pagado el precio por ello. Su madre hab?a sido la perdiciоn del anterior duque. Ella hab?a tenido numerosas aventuras y alejado a su padre. Hab?a cumplido con su deber y le hab?a dado un heredero. En lo que respecta a la traidora duquesa, estaba libre de cualquier otra obligaciоn.

Tal vez podr?a usar la popularidad del pr?ncipe en su beneficio. Se acercо a еl y se inclinо para susurrar en uno de los o?dos de la dama cercana: "Nunca pensе que te atraer?a un t?tulo nobiliario".

Ella suspirо. "No seas rid?culo. Es un amigo, nada mаs. Esperaba poder hablar con еl, pero parece que no serа posible". La Duquesa de Clare era una antigua princesa gitana y su acento flu?a en cada palabra que pronunciaba.

Levantо una ceja. "?Eres amiga de un pr?ncipe? ?Por quе no me sorprende?" Julian se rio con ligereza. "?Conoces tambiеn a la mujer con la que llegо?"

Tal vez no tendr?a que acercarse al pr?ncipe. De todas formas, no quer?a hacerse amigo de еl. Algo en еl molestaba a Julian. Sin embargo, no pudo precisar con exactitud lo que era. Volviо su atenciоn a Lulia, la Duquesa de Clare.

"?Quiеn es?" preguntо. En ese momento se dio cuenta de que ella no respondiо a su pregunta anterior. "La conoces, ?verdad?".

"Por supuesto", respondiо lacоnicamente. "Y t? tambiеn". Ella suspirо. "Ten?a mаs fe en ti que esto. Realmente eres un tonto".

"Bueno", dijo. "?Quiеn es ella?" Juliаn no pudo disimular su impaciencia. Se hab?a presentado a ella, pero la misteriosa dama no se hab?a molestado en hacer lo mismo. Le irritaba un poco que tuviera que descubrir la informaciоn por su cuenta.

La risa de la duquesa retumbо en el salоn. Todos los que estaban cerca se voltearon a mirarlos, incluso el pr?ncipe. Esto irritо a Juliаn mаs que la burla de Lulia. Ella lo miraba con sarcasmo. "Pobre, pobre diablo", dijo suavemente. "No deber?a sentir pena por ti, pero una vez que te des cuenta de lo tonto que eres t? mismo te darаs una bofetada. Te deseo suerte".

"?Con quе exactamente?" Odiaba estas discusiones extra?as que hab?a tenido desde que llegо el pr?ncipe y su misteriosa dama. ?Por quе no le dijo quiеn era la encantadora se?orita? Dios sab?a que no ten?a ni idea y que le vendr?a bien algo de ayuda.

"En sacar la cabeza de tu trasero para empezar", dijo la duquesa invadida por la risa.

"Como siempre eres muy hаbil con las palabras". Dijo Julian poniendo los ojos en blanco. "Como de costumbre, esta fue una conversaciоn fascinante.

“Dime, ?tu esposo asistirа al baile de hoy?" Tal vez Fin pueda ayudarlo a descifrar la identidad de la dama. Si Lulia la conoc?a, seguramente еl tambiеn.

La duquesa se encogiо de hombros. "No le gustan los eventos sociales. Ya sabes”.

Pero esta vez s? asistiо. A Fin no le gustaba salir de su casa a menos que fuera absolutamente necesario, pero tampoco le gustaba dejar sola a Lulia. "?Estа en la sala de cartas entonces?" Fin hab?a descubierto el amor por las cartas despuеs de jugar en el club del duque. "Quizаs deber?a encontrarme con еl all?".

Ella se encogiо de hombros. "Haz lo que quieras, siempre lo haces". Entonces ella se alejо de еl y caminо hacia el pr?ncipe. La multitud se separо de ella y cuando ella lo alcanzо, еl abriо sus brazos y la abrazо libremente. Esa clase de afecto no era la norma en los eventos sociales. La multitud los crucificar?a por ello. Tal vez no... Todos sab?an cuаnto se adoraban Lulia y su marido. No era ning?n secreto que su matrimonio hab?a sido un matrimonio por amor. Pero todos los presentes ansiaban saber mаs sobre este enigmаtico pr?ncipe que aterrizо en el baile de Loxton.

Julian se alejо de la multitud y se dirigiо al salоn de juegos. Lulia no hab?a dicho si Fin estaba all?, pero еl pensо que pod?a comprobarlo por s? mismo. Se detuvo una vez antes de salir del salоn de baile y vio a su desconocida. Ella se re?a de algo que otro caballero le dijo. Los acordes de un vals comenzaron a sonar indicando que el baile estaba a punto de comenzar. El pr?ncipe hizo una reverencia a sus admiradoras y se puso al lado de la dama desconocida, luego la llevо a la pista de baile. Bailaron maravillosamente juntos y eso le molestо a?n mаs. Algo que nunca antes hab?a sentido lo inundо: los celos. No le gustо para nada sentirse as?. Reprimiо la sensaciоn nauseabunda y saliо de la habitaciоn. Julian ten?a que encontrar a Fin, y rаpido. Esto ten?a que terminar mаs pronto que tarde, porque Julian odiaba ser usado como un peоn de cualquier tipo.




CAP?TULO DOS


Lenora estaba sentada en la sala de estar de la casa de su primo Bennett mirando por la ventana. Estaba completamente sola. Bennett y su esposa, Katherine estaban en su granja de caballos y no volver?an a Londres hasta que naciera un potro. Esto le ofreciо un tiempo para considerar su propio regreso a Londres y los sentimientos que la invad?an.

Su asistencia al baile hab?a sido un еxito. Luca hab?a distra?do a muchos, pero a?n hab?a varios individuos que notaron su llegada tambiеn. La mayor?a caballeros... que hab?an sido su objetivo todo el tiempo. Los caballeros y los dandies asegurar?an su incesante popularidad. Las damas, por celos o por su propio deseo de ser la estrella de la temporada, se acercar?an a ella. Ahora que se presentaba en su primer baile de la temporada necesitaba decidir quе invitaciones aceptar.

La ma?ana siguiente al baile, estaba inundada de invitaciones personales a bailes, cenas, veladas y fiestas en el jard?n. Cualquier cosa y todo lo imaginable estaba a su alcance bien sea para aceptar o rechazar. Durante la noche se convirtiо en la estrella de la temporada, un diamante, la ?nica dama que todos clamaban por tener en su evento. No era una tonta. Luca hab?a jugado un papel importante en su еxito. Lenora no pod?a servirse de еl indefinidamente. Hab?a pasado los ?ltimos dos a?os mejorando y tuvo que aprender a gustar de la persona en la que se hab?a convertido. Aunque no cre?a que le deb?a nada a nadie, quer?a ser la mejor persona que pudiera ser. Eso significaba enfrentarse al mundo y no huir de еl.

"Perdоneme, mi se?ora", dijo el mayordomo interrumpiendo los pensamientos de Lenora. "?Estа usted disponible ahora para recibir visitas?"

Aunque durante la noche anterior todo hab?a salido bien, ella no esperaba ninguna visita todav?a. No estaba segura de cоmo manejar la situaciоn. ?Quiеn podr?a querer visitarla ahora? Tomо una decisiоn interna y dijo: "S?. Por favor, que tambiеn env?en refrigerios".

El mayordomo se inclinо. "Muy bien, mi se?ora. Entonces harе pasar a su invitado". Girо sobre sus talones y saliо de la habitaciоn.

No mucho despuеs de que el mayordomo se fuera, entrо una mujer. Lenora suspirо aliviada. Deber?a haber esperado que Lulia viniera a visitarla. Despuеs de todo, ella era quiеn la hab?a ayudado a salir de su caparazоn. "Su Gracia", saludо Lenora. "Por favor, ?nase a m?".

"Basta de esas formalidades", dijo Lulia mientras agitaba la mano. Se adentrо en la habitaciоn y se sentо en un sofа cercano. "Podr?as haberme escrito para informarme de tus planes de regresar a Londres. Conf?o en que te haya ido bien en tu viaje".

Lenora asintiо. "Mis disculpas. Ojalа hubiеramos tenido la oportunidad de hablar anoche. Fue... algo no planeado". Ella frunciо el ce?o. Cuando Luca sugiriо que volvieran antes de lo previsto, no tuvo tiempo de escribirle a Lulia sobre ello. "Parec?a apropiado que volviеramos al comienzo de la temporada de primavera. Para... revelar mi nuevo yo".

"Estoy de acuerdo", dijo Lulia. "Luca estaba rodeado de un buen n?mero de admiradoras en el baile, as? que tampoco tuve la oportunidad de hablar con еl”, dijo ella sonriendo con sagacidad. "Sin embargo, tuve una interesante conversaciоn con el Duque de Ashley".

"?Oh?" Lenora alzо una ceja. "Yo tambiеn hablе con еl. Por favor, dime, ?quе te dijo el duque?"

Todav?a estaba molesta con еl. Estuvo tan encantador, como siempre, pero no la hab?a reconocido en absoluto. Ella todav?a no entend?a cоmo еl ni siquiera pudo escuchar el anuncio de su nombre. Se presentо, pero no sab?a quiеn era ella. Hab?a algo un poco extra?o en eso. Quizаs ella le preguntar?a sobre esto la prоxima vez que se encontraran. No ten?a ninguna duda de que se volver?an a ver. Era inevitable, en realidad. Se estaba quedando en la casa de Bennett mientras compraba su propia casa. Como no ten?a ninguna intenciоn de casarse, necesitar?a su propio hogar. Londres era su hogar y planeaba establecerse all? a la primera oportunidad.

"Quer?a hablar con Luca", comenzо Lulia. "Como recuerdas, nuestro pr?ncipe favorito estaba muy ocupado, as? que tuvo que conformarse con hablar conmigo". Levantо las manos y formо un campanario con ellas, luego juntо las puntas de los dedos. "Quer?a saber mаs sobre ti", dijo ella sacudiendo la cabeza. "Es incre?ble lo ciego que puede ser un hombre".

"Estoy de acuerdo", dijo. "Se sentirа como un verdadero idiota cuando se dе cuenta de quiеn soy.", dijo golpeando con su mano el brazo de su silla. "No estoy segura de quе hacer con esta informaciоn. Nunca pensе que no me reconocer?a". Lenora necesitaba darle un cierre a lo que hab?a pasado entre ella y el Duque de Ashley. Si еl ni siquiera sab?a quiеn era ella, ?cоmo podr?a lograrlo? "Tal vez deber?a seguir adelante y olvidarme de еl por completo".

"?Crees que puedes hacer eso?" preguntо Lulia. "Ser?a mejor para ti si pudieras seguir adelante, pero no creo que sea algo fаcil de lograr".

Una criada abriо la puerta y entrо con una bandeja. "Perdone la interrupciоn", dijo. "He tra?do el refrigerio que pidiо, mi se?ora". Dos platos de comida junto con todo lo necesario para disfrutar de un buen tе se mostraban frente a ellas.

Lulia se lamiо los labios. "Me alegro de que hayas pensado en esto", dijo y se acercо a la bandeja. "Me muero de hambre".

Lenora puso los ojos en blanco. "Siempre tienes hambre. Si me hubiera sabido que t? eras mi visitante habr?a pedido mаs comida. S?rvete t? misma". La ?ltima observaciоn era innecesaria pues Lulia ya estaba llenando un plato con pasteles. La criada hizo una reverencia y saliо de la habitaciоn en silencio.

Esperо a que Lulia volviera a su asiento y luego respondiо a su pregunta anterior. "No estoy segura de poder renunciar a mi venganza contra el Duque de Ashley. Esperarе un tiempo y luego decidirе que hacer".

"Creo que es una sabia decisiоn", respondiо Lulia con la boca llena de pastel.

Despuеs de eso, hablaron de temas mаs agradables y disfrutaron genuinamente de la tarde. Cuando Lulia se fue, escribiо una nota y se la enviо a Luca. Tendr?a que discutir con еl su prоxima apariciоn p?blica a la brevedad posible...






Julian entrо en su club y se dirigiо a la trastienda. Ocupо una mesa y esperо a que uno de los sirvientes del club le trajera una bebida. No hab?a podido descubrir la identidad de su dama misteriosa. Cuando fue a buscar a Fin a la sala de cartas no lo encontrо. Su duquesa no hab?a estado mintiendo. Su marido no estaba en el baile y no pod?a proporcionar a Julian ninguna informaciоn.

El sirviente trajo una copa de brandy y la puso delante de Julian. "?Necesita algo mаs, Su Gracia?"

"No, eso es todo", dijo Julian. "De hecho, trаeme la botella entera de brandy". Quer?a beber hasta que estuviera completamente embriagado. Julian odiaba fracasar en cualquier cosa.

Apurо su vaso mientras el sirviente tra?a la botella. Julian comenzо a beber pero en forma mаs pausada esta vez.

"?Por quе estаs bebiendo?", preguntо un hombre. Julian levantо la vista y se encontrо con su amigo, el Conde de Northesk.

"Northesk", lo saludо. "No me di cuenta de que hab?as vuelto del campo. ?Cоmo estаn tu esposa e hijo?" El hijo del Conde de Northesk ten?a que tener ya un a?o. Juliаn tend?a a perder la nociоn del tiempo en cuanto a la edad de los ni?os. Este tipo de cosas no le importaba mucho...

"Mi familia estа bien", le respondiо Northesk. "No has respondido a mi pregunta".

"?Crees que necesito una razоn para beber?”, dijo Juliаn alzando una ceja y levantando su copa de brandy. "Cualquier d?a es un buen d?a para beber demasiado y pasar un buen rato. Siеntate y tоmate una copa conmigo".

Todos sus amigos estaban felizmente casados. Era casi... asqueroso. Ahora pasaba demasiado tiempo solo. Julian no entend?a por quе todos hab?an decidido enamorarse y encadenarse a una mujer por el resto de sus d?as. El amor, en su opiniоn, era tоxico. Convert?a a un hombre en alguien completamente distinto. Julian no ten?a ning?n deseo de ser otra cosa que la persona que era. Ninguna mujer iba a cambiarlo. Dejando de lado su actual obsesiоn... una mujer no lo controlar?a. Nunca.

"Pasarе del brandy", respondiо Northesk. "Pero me unirе a ti". Sacо una silla y se sentо junto a еl. "?Sabes algo de Holton?".

El marquеs estaba en la granja de caballos de su esposa. Han permanecido muchos d?as all?. "No sе nada de еl. ?Hay alguna razоn por la que necesite hablar con еl?".

"No", Lord Northesk sacudiо la cabeza. "Escuchе un rumor de que su prima, Lady Lenora regresо a Londres. Diana la conoce y quiere visitarla. Ninguno de los dos estа seguro de dоnde se ha instalado".

Julian frunciо el ce?o. Se hab?a olvidado de la prima del Marquеs de Holton. No la hab?a visto en un par de a?os. La dama era una completa flor y una t?mida ratoncita. Bailо con ella una vez como un favor a Holton. Ella hab?a sido intrascendente para, la hab?a descartado por no ser resaltante y se hab?a olvidado de su existencia. Еl tend?a a hacer eso a menudo. Quizа deber?a cambiar su forma de tratar a la gente... Julian pod?a ser un poco idiota y actuaba en forma ego?sta la mayor?a de las veces.

Pasо su dedo por el borde de su vaso. "No sab?a nada sobre el paradero de su prima", respondiо. "Apenas conoc?a a la chica. Demonios, dudo que la reconociera si la tuviera frente a m?". Sus rasgos eran un poco borrosos en sus recuerdos. Ten?a el cabello casta?o... y eso era todo lo que еl pod?a recordar. Realmente era un imbеcil... Si se cruzaba con Lady Lenora otra vez se disculpar?a por ser un idiota engre?do. Nadie deber?a ser tratado tan mal. Vaciо el contenido de su vaso... otra vez.

El conde sacudiо su cabeza. "No deber?as pasar tanto tiempo solo, amigo m?o. Estаs de un humor bastante sombr?o".

"No estoy seguro de saber lo que quieres decir", respondiо Julian evasivamente.

"S?, lo sabes", dijo el conde con firmeza. "Pero no voy a presionarte. Sе cоmo te pones en esta еpoca del a?o. Olvidas que nos conocemos desde Eton. No puedes ocultarme nada".

Julian lo dudaba. Aunque Northesk sab?a mаs sobre еl que la mayor?a de la gente. El Conde de Northesk y el Marquеs de Holton eran sus dos amigos mаs cercanos. Tend?an a contarse todo el uno al otro, la mayor?a de las veces. Si le ped?a a Northesk que le ayudara a descubrir la identidad de su dama misteriosa, probablemente le ayudar?a. Sin embargo, algo impidiо que Julian se lo pidiera. No quer?a involucrar a su amigo por alguna razоn y no sab?a muy bien por quе.

"Eso puede ser verdad", comenzо Julian. "Pero no me apetece mucho reavivar viejas heridas en este momento". En cambio, tomо un generoso trago de brandy. A este ritmo, estar?a completamente embriagado en cuestiоn de minutos en lugar de horas.

"Muy bien”, dijo Northesk asintiendo. "Pero si cambias de opiniоn...".

"No lo harе", le interrumpiо Julian. "Algunas cosas es mejor olvidarlas". Solo necesitaba ocupar su mente en otra cosa para distraerse de los demonios de su pasado... por ejemplo, investigar todo sobre su dama misteriosa y el pr?ncipe que la acompa?aba.

"Como quieras", respondiо el conde. "Siempre haces lo que te parece. Te dejarе con tu brandy". Northesk se puso de pie. "Voy a ir a casa con mi familia. Si quieres compa??a sabes dоnde encontrarme". Con esas palabras se dio la vuelta y dejо solo a Julian.

Su amigo ten?a buenas intenciones, pero Julian no quer?a oscurecer su mente con los males del pasado. Era mejor que lo arreglara todo por su cuenta, pero primero ten?a la intenciоn de terminar la botella de brandy y tal vez pedir otra antes de salir del club.




CAP?TULO TRES


Lenora estaba inquieta. No quer?a permanecer encerrada en la casa de su primo ni un minuto mаs. Luca no hab?a respondido a su misiva y eso la pon?a nerviosa. Se supon?a que deb?a ayudarla. ?Cоmo pod?a seguir adelante con su plan si еl no estaba all? para ayudarla a ponerlo en marcha?

Tal vez un poco de ejercicio la ayudar?a. Podr?a ir a dar un paseo por Rotten Row. La beneficiar?a doblemente. Le dar?a una razоn para moverse y dejar de pensar demasiado. Ademаs de eso, asegurar?a que fuera vista por el bello mundo. El Duque de Ashley se hab?a fijado en ella. Mantendr?a su atenciоn en ella y obtendr?a la venganza que deseaba. Continuar?a en el camino que se hab?a labrado para s? misma, la nueva y misteriosa Lady Lenora St. Martin. Hermosa, carismаtica y lo suficientemente sofisticada para atraer la atenciоn de un pr?ncipe.

Se parо y caminо hacia el vest?bulo. Su capa colgaba de un gancho cerca de la puerta. Pod?a ponеrsela fаcilmente y seguir su camino, pero no pod?a ir sola. No se ver?a bien... Su criada podr?a acompa?arla, ?pero luego quе? ?Se burlar?a la gente de ella por su falta de compa??a? Lenora sacudiо ese pensamiento. No ayudar?a a su causa. Ten?a que dejar de cuestionarse a s? misma y hacer lo que quisiera. Ya no era una ingenua. Hab?a dejado atrаs a esa chica inexperta y se hab?a convertido en algo mejor.





Конец ознакомительного фрагмента. Получить полную версию книги.


Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=51834834) на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.



Если текст книги отсутствует, перейдите по ссылке

Возможные причины отсутствия книги:
1. Книга снята с продаж по просьбе правообладателя
2. Книга ещё не поступила в продажу и пока недоступна для чтения

Навигация